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martes, 18 de octubre de 2011

La vista por los trajes del Gürtel pasa a diciembre

El 12 de diciembre ha sido finalmente el día escogido para la vista por la causa de los trajes, una de las que deriva del caso Gürtel. Un proceso judicial plagado de recursos, el largo proceso de formación del jurado y la previsión de que será un juicio con varias sesiones, ya hacía prever que la fecha escogida por el tribunal sería tras el 20-N.

El auto hecho público hoy, elaborado por el magistrado del TSJCV encargado del caso Gürtel, Juan Climent, desvela que el propio juez admitirá parte de las pruebas reclamadas por Camps, entre las que se encuentran el que acudan a declarar empleados de los establecimientos en los que adquiere prendas de vestir más caras que las que supuestamente regalaba la red Gürtel. La razón expresada por el magistrado en el auto es la de “no dificultar el ejercicio del derecho de defensa de las partes acusadoras y acusadas y a no entorpecer las estrategias procesales de éstas, debiendo ser admitidos aquellos medios de prueba cuya impertinencia o inutilidad no conste o resulte manifiesta".

Según este auto, entre 2005 y 2008, cuando la sociedad de la trama Gürtel desarrolló el grueso de su actividad en Valencia, Camps recibió 12 trajes, cuatro americanas, cinco pares de zapatos y cuatro corbatas, valorados en unos 14.000 euros. Además, sostiene que el Ricardo Costa Climent recibió cuatro trajes y seis pantalones, por valor de unos 7.300 euros.

Además, el magistrado Climent señala que Orange Market “se ha dedicado a la organización de actos para el Partido Popular en la Comunidad Valenciana” y añade que además de estos, “a partir del año 2005 le fueron adjudicados a esa sociedad por diferentes organismos de la Administración de la Generalidad Valenciana numerosos contratos de muy variado objeto”. En su auto, el juez insiste en que el propósito de los regalos “era el de ganarse, mediante el agasajo, el afecto o el favor de las personas así obsequiadas”. E indica que los mismos pueden ser constitutivos de un “delito consumado de cohecho continuado”.

Francisco Camps ha cambiado su versión de los hechos varias veces. Primero negó los regalos y dijo que él se pagaba sus propias prendas. Después sostuvo que no podía haber juicio “porque no hay nada de nada”. Como presidente de la Generalitat, se negó a dimitir, pese a la imputación y las acusaciones durante más de dos años. Finalmente, presentó un recurso en el que sostenía que, en el caso de haber recibido los trajes, los hechos ocurrieron en Madrid (y no en Valencia, como sostiene la fiscalía) y él habría aceptado dichos regalos como presidente del PP valenciano y no por sus cargos institucionales.

Además, el ahora expresidente valenciano tuvo la oportunidad de acabar con el litigio llevando a cabo la estrategia pactada con los otros tres acusados: admitir su culpabilidad y evitar el juicio. Pero dejó en la estacada al que había sido su vicepresidente, Víctor Campos, y al exjefe del Gabinete de Turismo, Rafael Betoret, que aceptaron los delitos y fueron condenados por ello.

Ahora, Francisco Camps se sentará en el banquillo, ante un jurado popular, el 12 de diciembre, a las 10 de la mañana. Según el mismo auto, el sorteo entre los candidatos a jurados se celebrará el día 26 de octubre de 2011.

1 comentario:

Pablo Herrera dijo...

Ojalá le condenen y sirva de ejemplo. Que asco de corruptos.